Ella era hermosa, más aún cuando sonreía.
Y entre risas hacía piruetas por la vida y volaba,
Mientras él en una oscura vorágine caía
y con dos rodillas sangrientas se arrastraba.

Ella tenía el bello trino
de aves enamoradas.
y él solo tenia un triste gorjeo
y unas plumas extraviadas.

Y ella preguntó si fue mentira, y recitó ese cliché
sobre los muros que todo el mundo repetía.

-¿Por qué no saltas y vuelas conmigo? Le dijo.
Ella no imaginaba cuanto la quería
Pero él sabía que esas cosas se rompían.
y temía verse a rotos algún día.

¿Sabe alguien a dónde se van
los amores y sueños perdidos?
Yo no, pero sé que los suyos
volaron tras ella esa tarde entre suspiros.

Así murió, y lo demás es historia que nunca llegó a ser
Porque el amor requiere a veces saltar a cavernas vacías.
Sin importar cuanto creas que te podría doler
Porque podría también ser lo único que nos salve en estos días
Y eso tus miedos no te lo permiten ver.

¿Qué importa que tú no tengas alas?
Basta con que uno sostenga al otro para volar
Porque a veces el amor no requiere grandes esfuerzos
sino dos de esos corazones que se dejan llevar.

-Emanuel Fernandez